jueves, 28 de septiembre de 2023

TRASTORNO DE DEFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD (TDAH)

 

Qué es el TDAH:

  • El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

Este es un trastorno del desarrollo asociado con un patrón continuo de falta de atención, hiperactividad o impulsividad. Los síntomas pueden interferir en las actividades y las relaciones diarias. Este trastorno comienza en la niñez y puede continuar hasta la adolescencia e incluso la edad adulta.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad?

Síntomas Comunes del TDAH:

El TDAH se caracteriza por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad.

  • Los síntomas de inatención pueden incluir dificultad para prestar atención a los detalles, falta de organización y tendencia a distraerse fácilmente.
  • Los síntomas de hiperactividad pueden manifestarse como inquietud, incapacidad para permanecer quieto en situaciones apropiadas y hablar en exceso.
  • Los síntomas de impulsividad pueden incluir tomar decisiones apresuradas o interrumpir a otros.

Es preciso realizar una evaluación exhaustiva y emitir un diagnóstico adecuado. El estrés, los trastornos del sueño, la ansiedad, la depresión y otras afecciones o enfermedades físicas pueden causar síntomas similares a los del trastorno de déficit de atención con hiperactividad. Por lo tanto, es necesario realizar una evaluación exhaustiva para determinar la causa de los síntomas.

Causas y Factores de Riesgo

El TDAH es un trastorno complejo y su origen no está claro. Sin embargo, los expertos han identificado algunos factores que podrían contribuir:

Posibles Causas:

  1. Genética: Puede haber un componente genético, ya que el TDAH tiende a ser hereditario.
  2. Desequilibrios Químicos: Cambios en ciertos químicos cerebrales pueden influir en la atención y la impulsividad.

El Proceso de Diagnóstico:

  • El diagnóstico del TDAH generalmente comienza con una evaluación integral realizada por un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra.
  • El proceso suele involucrar entrevistas con el paciente y los padres (si es un niño), cuestionarios de síntomas y la recopilación de información sobre el comportamiento en el hogar y la escuela.
  • Los criterios de diagnóstico se basan en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) que establece los siguientes criterios:
    • Edad de inicio: Los síntomas deben aparecer antes de los 12 años.
    • Los síntomas de inatención y de hiperactividad e impulsividad deben estar presentes al menos seis meses y ser inapropiados para el nivel de desarrollo.
    • Impacto funcional: Los síntomas deben interferir significativamente en la vida diaria del individuo, en áreas como la escuela, el hogar o en sus relaciones sociales.

Tests de Evaluación:

  • A menudo, se utilizan cuestionarios específicos para evaluar los síntomas del TDAH.
  • Las escalas de evaluación son útiles para recopilar información objetiva sobre la severidad de los síntomas y el impacto en la vida cotidiana.
  • Estos tests son complementarios a la evaluación clínica y ayudan a confirmar el diagnóstico.

Tratamiento Clínico

El tratamiento clínico para un niño o adolescente diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) suele ser un enfoque multidisciplinario que puede incluir varios componentes. El tratamiento se personaliza según las necesidades individuales del niño o adolescente y puede involucrar a profesionales de la salud mental, educadores y padres. A continuación, se describen los componentes principales del tratamiento clínico para el TDAH:

  1. Terapia Conductual:
    • La terapia conductual es un pilar fundamental del tratamiento del TDAH.
    • En la terapia conductual, el niño o adolescente aprende estrategias para controlar su comportamiento y mejorar su atención, organización y autorregulación.
    • Esto puede incluir técnicas de manejo de la impulsividad, establecimiento de metas y recompensas por comportamientos positivos.
  2. Terapia Farmacológica:
    • En algunos casos, los medicamentos pueden ser recetados por un profesional de la salud mental.
    • Estos medicamentos pueden ayudar a mejorar la atención y reducir la hiperactividad e impulsividad en muchos niños y adolescentes con TDAH.
    • La elección del medicamento y la dosis específica se basan en la evaluación del profesional de la salud.
  3. Apoyo Educativo:
    • Los niños y adolescentes con TDAH pueden beneficiarse de adaptaciones en la escuela, como tiempos de descanso, asistencia individualizada o tutorías adicionales.
  4. Entrenamiento de Habilidades Sociales:
    • Muchos niños y adolescentes con TDAH enfrentan desafíos en las interacciones sociales.
    • La terapia de habilidades sociales puede ayudarles a desarrollar competencias en la comunicación, la empatía y la resolución de conflictos.
  5. Apoyo Psicológico y Psicoterapia:
    • La terapia individual o grupal puede ser beneficiosa para abordar problemas emocionales y mejorar la autoestima.
    • La terapia puede ayudar a los niños y adolescentes a lidiar con la frustración, el estrés y los desafíos emocionales relacionados con el TDAH.
  6. Participación de los Padres:
    • Los padres desempeñan un papel esencial en el tratamiento del TDAH.
    • Pueden recibir orientación sobre cómo apoyar a su hijo en casa, establecer límites claros y fomentar la autorregulación.
    • La comunicación abierta y el refuerzo positivo son fundamentales.

El tratamiento del TDAH es un proceso a largo plazo que requiere paciencia y colaboración entre profesionales de la salud, educadores y padres. Cada niño es único, por lo que es importante adaptar el enfoque terapéutico a las necesidades individuales. Además, el seguimiento regular con un profesional de la salud es esencial para evaluar la eficacia del tratamiento y realizar ajustes si es necesario.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Hablemos de Autoestima en Niños y Adolescentes

 

AUTOESTIMA

 

¿Qué es la autoestima?

La autoestima se refiere a la valoración que una persona tiene de sí misma. Es la percepción que tenemos sobre nuestras capacidades, valía y el amor propio. Tener una autoestima saludable significa sentirse competente, valioso y merecedor de amor y respeto, tanto por parte de uno mismo como de los demás.

Problemas de Autoestima en Niños y Adolescentes:

La baja autoestima en niños y adolescentes puede ser el resultado de una variedad de factores, algunos de los cuales pueden interactuar entre sí. Estos factores pueden ser tanto internos como externos. Aquí te presentamos una lista de algunos de los factores que pueden desencadenar una baja autoestima en jóvenes:

1.    Críticas constantes: Recibir críticas frecuentes y negativas, ya sea de padres, maestros o compañeros, puede minar la autoestima de un niño o adolescente.

2.    Comparación con otros: Las comparaciones constantes con sus pares, especialmente en la era de las redes sociales, pueden hacer que los jóvenes se sientan inadecuados si perciben que no cumplen con ciertos estándares.

3.    Fracaso y rechazo: Experimentar fracasos académicos, deportivos o sociales, así como el rechazo por parte de amigos o enamorados, puede herir la autoestima.

4.    Bullying: El acoso y el bullying, ya sea en persona o en línea, pueden tener un impacto devastador en la autoestima de un joven, haciéndolos sentirse menospreciados o no aceptados.

5.    Presión para ser perfecto: Las expectativas poco realistas de perfección, tanto en el entorno familiar como en la sociedad en general, pueden crear una autoimagen negativa, ya que los jóvenes nunca se sienten satisfechos con sus logros.

6.    Trauma y experiencias negativas: Eventos traumáticos o experiencias negativas, como la pérdida de un ser querido, el divorcio de los padres o abusos, pueden afectar gravemente la autoestima.

7.    Comparación con estándares de belleza: La presión para cumplir con ciertos estándares de belleza puede hacer que los jóvenes se sientan inseguros acerca de su apariencia física.

8.    Falta de apoyo emocional: La ausencia de un entorno emocionalmente seguro y de apoyo puede llevar a que los jóvenes no se sientan valorados o amados.

9.    Autoexigencia excesiva: Tener estándares personales demasiado altos y ser muy crítico consigo mismo puede llevar a una baja autoestima. Especialmente si su modelo es alguien con una imagen “muy trabajada”.

10. Problemas de salud mental: Trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima están interrelacionados, y la presencia de problemas de salud mental puede contribuir a una autoestima baja.

Es importante tener en cuenta que la autoestima de un joven puede verse influenciada por una combinación de estos factores, y cada individuo puede responder de manera diferente a las situaciones. Reconocer estos desencadenantes es un primer paso importante para abordar y ayudar a mejorar la autoestima de los jóvenes, proporcionándoles apoyo emocional, herramientas para lidiar con el estrés y promoviendo una imagen positiva de sí mismos.

Cómo reconocer los signos de baja autoestima en un niño o adolescente:

1.    Asume una postura decaída, encorvado; habla con voz baja, camina con la cabeza inclinada y tiene un aspecto esquivo, sin poder mirar a los ojos.

2.    Puede situarse en los extremos: excesiva timidez e inseguridad o por el contrario, es irritable, llama mucho la atención y se comporta agresivo.

3.    Reacciona mal a las críticas o juicios y los vive como un ataque a su persona.

4.    No participa en actividades de grupo. A menudo se retrae y se aleja. Prefiere actividades solitarias.

5.    Tiende a buscar continuamente atención, confirmación y aprobación.

6.    Tiene dificultad para manejar frustraciones y fracasos. Se desmoraliza fácilmente.

7.    Tiene una mala opinión de sí mismo; tiende a menospreciarse a sí mismo y a subestimar sus habilidades y recursos.

8.    Sus pensamientos se caracterizan a menudo por una especie de pesimismo, como si todas las actividades que debe llevar a cabo están destinadas al fracaso.

9.    A menudo hace comparaciones con otros.

10. Tiene miedo de no hacerlo bien, plantea demasiadas objeciones o hace demasiadas preguntas.

Cómo Ayudar a los Niños y Adolescentes a Mejorar su Autoestima:

  1. Comunicación abierta: Fomenta un ambiente en el que los jóvenes se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos y sentimientos contigo. Escucha sin juzgar y valida sus emociones.
  2. Elogios sinceros: Reconoce y celebra los logros, grandes o pequeños. Elogia sus esfuerzos y no solo los resultados.
  3. Fomenta la independencia: Permite que tomen decisiones y asuman responsabilidades adecuadas para su edad. Esto les ayudará a sentirse competentes y capaces.
  4. Fortalece su resiliencia: Ayuda a los jóvenes a desarrollar estrategias para lidiar con el fracaso y la adversidad de manera constructiva.
  5. Promueve la auto aceptación: Enséñales a aceptarse y a tratarse a sí mismos con la misma amabilidad y comprensión que lo harían con un amigo.
  6. Modela una autoestima saludable: Los niños y adolescentes aprenden mucho observando a los adultos. Muestra un ejemplo positivo de auto aceptación y autoestima.
  7. Cuida tus comentarios: Evita hacer comentarios hirientes u ofensivos a personas con sobrepeso, con limitaciones físicas o torpes. Esto puede herir a los menores y reforzar la mala impresión que tienen de si mismos.
En resumen, la autoestima es esencial para el bienestar de niños y  jóvenes. Al brindarles apoyo, amor y las herramientas necesarias para construir una autoimagen positiva, podemos ayudarles a enfrentar los desafíos de la vida con confianza y resiliencia, allanando el camino hacia el éxito y la felicidad.


 Inside Kids